Riyadh, la capital de Arabia Saudí, es un fascinante crisol de historia y modernidad que ha florecido en medio del árido desierto. A medida que la ciudad se erige majestuosa, se presenta como un testimonio vivo de la resiliencia y la visión de una nación que ha evolucionado con gracia a lo largo de los siglos.
La historia de Riyadh se remonta a tiempos antiguos, cuando la región era conocida por sus oasis en el desierto y su posición estratégica en las rutas comerciales. A lo largo de los siglos, Riyadh ha sido testigo de la ascensión y caída de imperios, desde los nabateos hasta los otomanos. Sin embargo, fue en el siglo XVIII cuando la familia Al Saud estableció su dominio en la región, sentando las bases para lo que hoy es Arabia Saudí.
Riyadh se convirtió en la capital del Primer y Segundo Estado Saudí, y su historia está marcada por la valentía de líderes como Abdulaziz Ibn Saud, quien unificó el país en el siglo XX. La ciudad ha crecido desde una fortaleza de ladrillos de barro hasta un centro urbano vibrante con rascacielos modernos que se alzan en el horizonte. Este viaje en el tiempo se manifiesta en la arquitectura que combina lo antiguo con lo nuevo, creando una experiencia única para quienes la visitan.
Hay una gran expectativa de los visitantes a la Feria, quieren poder conocerla y descubrirla.
