Por: Marisol N. Cáceres – Lic. en Psicología MN° 59635
Así fue decretado, una y otra vez. Marzo, Abril, Mayo, Junio, Julio, Agosto….. Ya se sienten los efectos económicos, sociales y psicológicos, resultado del confinamiento que a esta altura se percibe eterno
Afecta a todos! Ya se siente como una presión sobre las voluntades propias de hacer y decidir por uno mismo.
Todo está limitado o bajo estricto control. Hay que hacer las compras indispensables o realizar servicios en cercanía al domicilio, las salidas recreativas para adultos están prohibidas, el transporte público está reservado exclusivamente para personal que realiza tareas “esenciales” o quienes tienen permiso especial, etc., etc..
Las autoridades afirman que estas medidas han logrado evitar miles de muertes a causa del covid-19. Pero… y la salud mental?
Muchos argentinos han dejado de acatar la órdenes del gobierno y las calles en las grandes ciudades se han vuelto a llenar de gente, algunos por necesidad de salir a trabajar o de liberarse del largo encierro.
Se prohibieron las reuniones familiares o con amigos, se decretó la veda de los eventos sociales o familiares en espacios cerrados y en los domicilios de las personas, en todos los casos y cualquiera sea el número de concurrentes, salvo el grupo conviviente.
Costo o beneficio? Coronavirus, epidemia mortal o una epidemia de enfermedad mental? La ansiedad, desmotivacion, angustia, afectan y agravan los problemas de salud mental.
Perder el trabajo o no saber si se perderá, no ver o abrazar a seres queridos lleva a diferentes niveles de depresión.
“Al principio de la cuarentena, seis de cada 10 argentinos tenían síntomas leves, moderados o severos de ansiedad. Con el transcurso de los días, esos síntomas se mantuvieron pero la angustia se fue transformando en depresión”, explicó el neurocientífico Facundo Manes quien también informó que los más afectados son los jóvenes, 8 de cada 10 tienen algún síntoma de depresión.
La incertidumbre, especialista en jugar malas pasadas, lo esta haciendo nuevamente. El no ver el horizonte, el no tener certezas a corto plazo esta perjudicando la psiquis de todos, en mayor o menor medida, pero nos esta afectando.